Lea hasta el final y le daré un caramelo...


A una bella persona...



Y así la guacamaya solitaria vuelve a partir a un camino sin frutos ni sendas, porque ese oasis de desasiego solo le causa un mal terrible y detenía su vuelo, esas indumentarias iridiscentes a la luz del sol, que servían como indumentaria a un verdadero cuervo que tiene de costumbre extipar las almas de sus víctimas, metamorfoseado en lo que las circunstancias dispongan, pero al final, solo resta su verdadero rostro ...Quizás, ahora vuele rapaz sobre una nueva presa, o sea que quizás un halcón le acompañe por un buen lapso en los hilares de una nueva aurora. Quién sabe... Quizás... Lo que le resta en este mundo...


Bogotá 2016

Comentarios

  1. Siempre escribe cosas bellas. Hasta ahora espero su próxima publicación.

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